Inmerso en este mundo de fuerte competitividad laboral y mas en estos tiempos duros, nuestra imagen, la forma como nos vemos, y sobre todo, como nos ven los demás, es importante, no estoy hablando del aspecto físico, no solamente, sino de aquellas características que pueden estructurar nuestro perfil, ya sea este personal, social o profesional.
Cuando buscamos un trabajo tratamos de poner lo mejor de nosotros en nuestra hoja de vida o curriculum vitae, no escatimamos espacio para ‘vendernos’ como el empleado que la institución o empresa está buscando, claro que no es recomendable adjuntar a nuestros datos personales 100 hojas que hable sobre nosotros, con tres o cuatro bastará.
Sin embargo, muchos, y hago esta apreciación basándome en una observación personal, no tienen el mismo cuidado al elaborar su perfil en las
redes sociales, en especial en Facebook. Y esto tiene una explicación simple, la gran mayoría ve a estas redes como un espacio de ocio, de diversión, en donde cuidarse del qué dirán, pasa a un segundo plano.
Esto tiene sentido si solo tenemos agregados a nuestros amigos (y no simples conocidos) y hemos establecido en la sección privacidad del portal que solo ellos vean nuestras actualizaciones; pero si tenemos agregados a nuestros compañeros de trabajo, a nuestros jefes y permitimos que los amigos de nuestros amigos vean nuestras actualizaciones, ahí si tenemos un problema.
Problema que se puede agudizar, sino sabes de lo que estoy hablando y nunca has visitado la sección de privacidad de tu Facebook.
Desde hace unas semanas están circulando en la red – o los he estado encontrando- varios artículos que explican cómo las empresas, por estos días, buscan reunir información sobre los candidatos en sus procesos de selección de personal. Me estoy refiriendo a visitar las redes sociales de los posibles empleados.
En qué consiste, es fácil, entran a Google y teclean tu nombre en el buscador, le dan clic y listo, automáticamente aparecerán todas las redes sociales en donde estás registrado, acto seguido entran al perfil de cada una. Esto lo hacen con el objetivo de conocer más al posible postulante y de esa forma descartar o escoger a los candidatos a la entrevista personal. Así en menos de unos minutos saben más de ti que lo que tu CV les puede mostrar.
Esto claro, si tu perfil es público y está accesible a todos, algo que luego de
las últimas modificaciones que ha realizado Facebook por ejemplo a la sección privacidad, ha provocado. Por eso me pareció importante compartir algunos consejos de cómo estructurar un perfil en Facebook que te permita seguir siendo tan social y amiguero como quieres ser, sin perjudicar tu vida profesional.
Tu foto de perfil: Hasta hace poco tenía como foto perfil a mi en una fiesta. Y si me gustan las fiestas pero no refleja lo que quiero reflejar.
Por eso decidí cambiarla y ubicar otra más acorde, no una formal con saco y corbata, pero sí una que no connote algo que no quiero transmitir.
Eso es lo importante, debemos colocar una foto teniendo cuidado que esa imagen no genere en los “otros” una idea equivocada de lo que somos como personas, como ente social o como profesional.
Por eso mostrar una imagen en vikini, en una fiesta “salvaje”, ebrio/a o mostrando algunas partes intimas que solo nos debe importar como se ven a nosotros, debería ser lo primero que debemos evitar.
La información personal que colocas: En Facebook existe una casilla que lleva el nombre de “información”, en la cual hay varios ítems que es importante que los llenes, pero claro, teniendo cierto cuidado.
Por ejemplo, colocar de que ideología política eres adepto, no es una casilla que en mi opinión debas llenar, como la religión o el fútbol son temas polémicos que es mejor dejar de lado.
Asimismo, colocar que tienes una relación con Pablito o Anita, no dice nada, lo que sí podría decir mucho, es que si la semana anterior decía que tenías una relación con Pablito, y a la siguiente, registra que tienes una relación con Dieguito, eso sí puede generar una idea sobre ti, dije “voluble”.
En cuanto a tus actividades, intereses, música favorita, libros favoritos y etc., te recomiendo que los llenes colocando datos que te ayuden profesionalmente, por ejemplo, si eres comunicador pon en intereses que te gusta buscar información sobre tal materia o te gusta asistir a talleres sobre determinado tema. Del mismo modo, en tus actividades, busca colocar las que se acerquen a tu profesión y que sé que te gustan ¿no? Como la escritura en mi caso.
A algunos les parece importante colocar sus números de teléfonos y dirección, a mí no, creo que por cuestión de seguridad esos datos debes guardarlos en reserva, si alguna empresa quiere comunicarse contigo lo hará vía tu correo electrónico. De igual manera, sobre los centros de trabajo, claro a menos que lo juzgues importante, eso ya lo dejo a tu criterio.
Los grupos y páginas a las que te unes o agregas: Esto puede parecer para algunos algo trivial, pero es importante, porque aunque no lo creas, también define quién eres y cómo piensas.
Por ejemplo si te agregas al grupo “Todos odiamos a…” o “Odio a los cholos por ser cholos”, esto a todas luces describe una parte de ti, que no creo que desees compartir con tu futuro empleador.
Cuida tu ortografía en tus actualizaciones: Como la gran mayoría ve a las redes sociales como un lugar de ocio y diversión, el empleo de una buena ortografía y el uso de palabras adecuadas salen sobrando. Pero imagínate, tú eres periodista o profesor, y la empresa o institución X entra a tu Facebook y se encuentra con un “horror” ortográfico o una “palabrota” ¿crees que te van a contratar? La respuesta es obvia no…
Las fotos y videos que agregas Una de características de las redes sociales es compartir y quién no quiere que los “otros” se enteren que tiene una vida social muy activa, por eso la mayoría cuelga foto o video de esa fiesta “salvaje” del verano o de ese momento de copas “extremo”.
Salir ebrio o ebria, totalmente desaliñado o en escasa ropa no es una forma como presentarnos al mundo, hay formas de transmitir nuestros momentos especiales, pero no creo que sea oportuno hacerlo mostrando nuestras…”miserias”.
Además, eso afecta negativamente nuestra imagen ante cualquier empresa o institución que desee contar con nuestros servicios profesionales.
Cuidado con las aplicaciones: Hay aplicaciones para todos los gustos, algunas más divertidas que otras; sin embargo, es necesario que al momento de aceptar una y publicar su contenido en tu página de Facebook, debas meditar bien las repercusiones que está tenga en tu imagen.
Recuerda, la cosa no es publicar por publicar, sino hacerlo teniendo en cuenta posibles efectos colaterales.
Como vemos hay varios detalles a tomar en cuenta al momento de compartir nuestra vida con los demás a través de las redes sociales, por eso, antes de volver a compartir algo en Facebook, piénsalo bien, quizás eso no contribuya a formar una imagen productiva de tu persona.
Esto son simples conclusiones que es sacado por pura observación y, por que no decirlo, por experiencia... ja
Hasta Mañana...